El
pasado 19 de Julio de este año se convocó a la Comisión de Genero AD HOC luego
de más de 4 meses de ser creada y nunca haber funcionado.
Fue gracias a la
insistente lucha de Sororidad en Derecho, una agrupación independiente que
lucha por la integridad de las mujeres y disidencias en la facultad, que se
convocó dicha comisión luego de su sorpresiva presencia en la Comisión
Directiva realizada el día 13 de Julio anterior, donde leyeron un comunicado
denunciando la desidia con la que el Centro de Estudiantes maneja las
cuestiones de género.
Un hecho no menor es
que el mismo día 13 de julio, Sororidad en Derecho había convocado a una
asamblea de mujeres y en contraposición, el centro tomó la decisión de que su
Comisión Directiva sea el mismo día y a la misma hora, con el evidente fin de
evitar su participación.
Ante esta censura
evidente, la nombrada agrupación se vio obligada a irrumpir abruptamente en la
comisión cuando esta estaba finalizando de forma igual de abrupta.
Los hechos hablan por
sí solos, y la realidad sobre la razón por la cual la Comisión de Género ad hoc
se convocó queda en evidencia.
En cuanto a la Comisión
de género en sí, el Centro de Estudiantes, y más en especifico, La Nueva
Derecho, utilizó el espacio a modo de panfleto político, pues inició la reunión
hablando de todas las propuestas que supuestamente expuso pero que jamás se
llevaron a cabo, se adjudico con orgullo ser la primera agrupación que al
llegar al centro de Estudiantes colocó como presidente a una mujer, todo esto
leyendo un documento pues al parecer la memoria no es algo que los caracterice.
Las propuestas son
pedazos de papel dentro de una urna si no se lucha por que se lleven a cabo, y
aun así si tus propuestas son obsoletas y no son en verdad una medida de
protección o perspectiva de género terminan siendo un azuelo para votantes.
Desde el inicio de la
Comisión de Genero hasta el final, el Centro no dejó de aclarar que las
elecciones serían en dos meses y parecía muy preocupado por las elecciones
políticas de los miembros de Sororidad en Derecho, demostrando claramente que
su discurso no era otra cosa que una estrategia política con la intención de
tapar sus propios errores y no perder votantes.
La seguridad de las
alumnas de la facultad, la defensa de las mismas contra comentarios misóginos u
homofóbicos, maltrato, acoso o abusos de cualquier tipo, atraviesan
trasversalmente todas las ideologías políticas, sin importar que bandera te
represente, la lucha feminista va mas allá de quien maneja el centro de
estudiantes, eso queda obsoleto al lado de la verdadera lucha que se está
llevando a cabo.
Si el voto en la urna y
el poder te importan más que la seguridad del alumnado, que la lucha contra la
injusticia y la violencia, entonces estamos del lado contrario de la calle. En
cambio, si pretendes usar tu ideología y tu poder para ayudar y acompañar en
esta lucha, sea cual sea tu bandera, estamos del mismo lado compañera.