
Yo soy
esa, la que no logró callar el puño cerrado. Soy esa voz desde el fondo de la
tierra, desde la tumba de una hermana, esa voz insistente que grita, que
denuncia, que no muere. El rotundo “No” que la que violaron, el “Basta” de la
que golpearon y el suspiro ultimo de la que mataron.
Yo soy esa que odia el violento y que teme
el asesino. Soy la que lucha porque los nombres de sus hermanas no sean
olvidados y porque sus muertes no hayan sido en vano.
Yo soy esa, el peor temor del hombre que nos violenta.
Porque el mayor temor de un violento, es a la mujer sin miedo.
NI UNA MENOS
Hasta que mueran las palabras.
La Invisible