La fragilidad puede ser de cuerpo o de alma. Yo creo que la
de alma es la peor, nos lleva a caminos oscuros y nos hacen tomar mortales
decisiones. Eso le sucedió a él, su alma era muy frágil para esta vida tan
cruel, rodeada de infinitos agujeros repletos de lúgubre oscuridad, historias
de amor que solo quedan en papel, rosas que se marchitan mientras las
observamos previamente florecer, él no soportaba la realidad del fuego de la
vida.
Yo lo llamare “el
frágil”, su mente tenía millones de kilómetros de pastos verdes, madreselvas,
brisas de enero, ríos y duraznos que sangraban. No cabía tanta genialidad en su
pequeña cabeza de niño, tal vez nunca se dio cuenta de lo enorme que era su
talento, su imaginación.
“El frágil” se
escapo de la vida, de su mente y nos despojo de su gran talento, nunca conoceré
la verdadera razón de su viaje, pero sé que caminando en los prados verdes de
su mente, cruzando algunos horizonte y pastizales, cuando la noche caía, los
arboles perdían hojas, perdían vida, los pastos se volvían negros y los carozos
de los duraznos no cantaban una canción feliz. Salían los fantasmas de la melancolía a atacar sus pensamientos llenos de
luz y una noche, sin testigos, sin nadie que pueda salvarlo, los fantasmas lo
invitaron a un viaje que no quiso perderse.
Hasta que mueran las palabras.
Dedicado al "Pibe Borges" , colega, amigo, Te vamos a extrañar...