Él se ríe como sorprendido, con los ojos muy abiertos y meneando la
cabeza. Se ríe, y me río, por horas, sin darme cuenta. Nos reímos juntos, a los
gritos, como locos, y eso nos une, la alegría y la locura.
Él me sonríe arrugando
los ojos, achinando la mirada. Me mira fijo a los ojos y sonríe. Sonrío con él
y me siento la mina más feliz del mundo, me llena de paz y por momentos me siento
tonta, pero no importa.
Él me abraza como
si fuera un escudo, me abraza y me siento protegida. Me besa el pelo o la
frente con ternura y entiendo todo sin decir nada. Me abraza y somos uno, me
abraza y ya no me siento tan sola, tan frágil; y bajo la guardia, porque no
hace falta.
Él me besa y me
libera. Me besa y besa mi alma, cura mis heridas y agudiza mis sentidos. Él me
besa y no necesito más nada, él me besa y me siento millonaria, con él soy rica
gratis. No es el beso, es el fuego que genera, no es el beso, es él.
Él me dice “Te
quiero” y desaparece el mundo; mis angustias, mis fantasmas y mis miedos en un
instante se esfuman. Lo dice y mi corazón festeja, mi alma se alegra. Le
contesto “Te quiero" y ningún beso puede expresar cuanto en verdad lo quiero.
Lo quiero por su
risa y su sonrisa. Lo quiero por sus abrazos, sus besos y caricias; por su voz
diciendo mi nombre. Lo quiero por su nariz, por sus manos y su pelo, que día a
día me muestras la perfección de lo inexacto.
Lo quiero porque
es libre y me libera; porque me salva día a día de mi misma. Lo quiero por
loco, por rebelde e inconforme. Lo quiero con su fiereza y su perseverancia,
porque lucha día a día y no se rinde fácilmente.
Lo quiero porque
me nace decir su nombre todo el tiempo, convocarlo aunque sea en sueños. Lo
quiero porque las noches son más tibias si me abraza y mis días son más bellos
sabiendo que él está en ellos.
Lo quiero porque
ve mis heridas y las besa, ve mis miserias y las acepta, se enamora de ellas. Lo
quiero porque me entibia el alma y me estremece el cuerpo.
Lo quiero porque ¿Cómo
no hacerlo? Si en su imperfección es lo que estaba necesitando, lo que estaba
buscando. Si sabiendo que es real a veces creo que me lo inventé, porque parece
congeniar conmigo nada más.
Lo quiero loco,
libre, eterno y a mi lado.
Lo quiero con su
presente y su pasado.
Lo quiero porque
me nace hacerlo.
Lo quiero porque
hoy entiendo, que es la musa correcta.
Hasta que Mueran las Palabras
La Invisible
No hay comentarios:
Publicar un comentario